miércoles, 2 de enero de 2013

MAYO EN BÚBAL

El curso pasado un grupo de alumnos de 4º de ESO del I.E.S. Ítaca participó en el Proyecto de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados.

Ya sé que últimamente comienzo casi todas las entradas pidiendo disculpas por tardar tanto en subir material al blog (vuestros trabajos,  los proyectos y actividades, convocatorias interesantes, etc) pero ¡es el signo de los tiempos! Me faltan días -y manos- para llevar a término todo lo que empiezo.

De hecho, han pasado nada menos que 6 meses desde que estuvimos en Búbal y, aunque edité las fotos en un par de semanas, hasta ahora no he terminado la entrada. Una entrada que se queda pequeña a la hora de reflejar todo lo que aprendimos y vivimos en una sola semana.

Llegamos a Búbal antes que el grupo de alumnos del I.E.S. Jaume I de Borriana (nuestros compañeros de aventuras), paseamos por el pueblo, curioseamos por el sendero que cruza el río y nos familiarizamos con sus casas de piedra, sus tejados de pizarra y sus chimeneas coronadas por curiosos espantabrujas.


Han sido seis días llenos de actividades:

El lunes iniciamos la semana con un juego de orientación para conocer Búbal.
Las mañanas comenzaban con los llamados tajetes (recogida de los datos meteorológicos y de consumo eléctrico, análisis de la dieta y limpieza de la depuradora) y con el trabajo en los tajos: tareas de reconstrucción, mantenimiento, reciclaje, huertos, jardinería, animales y otros trabajos necesarios para el funcionamiento del pueblo.


















La tarde del lunes hicimos una excursión a Polituara donde pudimos comprobar y analizar la transformación que supuso en todos los aspectos (social, cultural, económico, natural,...) la construcción de la presa de Búbal.  
A la vuelta dedicamos parte de la tarde a nuestro proyecto de centro (del que hablaremos en la próxima entrada del blog) y por último, hicimos un juego de presentación.


El martes, al acabar los tajos, tuvo lugar el Taller de Antropología en el interesante Museo etnológico de Búbal gracias al que pudimos conocer los modos de vida de los habitantes del Valle de Tena.
Y por la tarde disfrutamos de una divertida gymkana.


El miércoles participamos en los Talleres de Artesanía en los que aprendimos a hacer pan y pasteles, jabón artesanal, productos de perfumería con elementos naturales, a tejer, cestería y carpintería.
Y, por la tarde, subimos al Boyeral desde donde pudimos conocer el medio natural y el entorno de Búbal y, al pie de  fantasmagóricas hayas, pudimos comprender la influencia de la naturaleza en la creencia de que el mundo estaba poblado de fuerzas mágicas y seres malignos.


El jueves por la mañana se desarrolló la actividad "Ciudadanos del Mundo", un juego a través del cuál vivimos y analizamos  el problema de la desigualdad en el reparto de riqueza y oportunidades en el mundo. La puesta en común fue un interesante intercambio de ideas y propuestas a favor de la solidaridad y la colaboración.







El jueves fue un día muy completo ya que, una vez terminado el tiempo destinado al proyecto de centro, se llevó a cabo el Juicio a Orosia, nuestra bruja particular. En el proceso salieron a la luz viejos odios y rencillas de los habitantes de Búbal pero, al final, el tribunal hizo justicia.

El viernes, nuestro último día en Búbal, participamos en los Talleres de Naturaleza en los que aprendimos a conocer otros aspectos de la naturaleza: orientación, observación,...
Por la tarde llevamos a cabo una Asamblea en la que valoramos todas las actividades de la semana y nuestra participación en ellas.
En el tiempo destinado al proyecto de centro nuestros amigos del Jaume I  nos enseñaron unos bailes tradicionales de Burriana que bailamos con gran ánimo pero con poco acierto -aunque nos reímos lo nuestro- y después, fuimos a vestir el serbal que habíamos elegido como árbol del grupo con los elementos que habíamos elaborado a lo largo de la semana con alambre, lanas y cuerdas, materiales reciclados (tapones de botellas y cápsulas de café) y con las cometas de hilo que habíamos hecho.

La semana se cerró con la fiesta de despedida. Con bailes, risas y llantos porque, después de una semana en la que habíamos vivido tan buenos momentos era muy difícil pensar que, al día siguiente, cada grupo se subiría en el autocar que nos llevaría de vuelta a nuestra vida cotidiana.


El equipo de Búbal nos regaló un peto con el dibujo de Búbal a cada uno para que pudiéramos escribir nuestras palabras de despedida en ellos.


   

























Aquí tenéis una selección de imágenes de nuestra semana en Búbal:


Ha sido una experiencia maravillosa que, pese a los malos momentos (que también los hubo) de la última noche, nos ha hecho a todos mejores personas.

Aún me pregunto si en esta transformación habrán influido en algo el agua del Alto Aragón o las nortadas del Valle de Tena. Pero de lo que no me cabe duda es que la "culpa" de este cambio se reparte entre los participantes de ambos centros (en el saco incluyo a mi compañera Sole que se dejó arrastrar a esta actividad con su eterna sonrisa y a Rocío y a Pep, los profesores de Castellón, con los que hemos compartido tantas cosas) y los "habitantes" de Búbal, un equipo que con su entusiasmo consigue que Búbal sea algo más que un espacio físico y que la tenue luz del valle brille más... 

¡¡Muchas gracias a todos los que habéis hecho de nuestra estancia en Búbal una experiencia única!!


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