viernes, 26 de agosto de 2011

Proyecto Intercentros. ¡Marchando una de percusión!

El pasado mes de junio, los alumnos de 2º B de La Serna  y los de P.F.T.V.A. (Programas de Formación para la Transición a la Vida Adulta) del Juan XXIII llevaron a cabo la última sesión conjunta del proyecto Intercentros que hemos desarrollado a lo largo de este curso.

Ha sido una actividad musical. En ella se ha trabajado con instrumentos de percusión.
Previamente, en clase de música, los alumnos del instituto se convirtieron en luthiers y construyeron instrumentos musicales de lo más variado.

Había idiófonos:
 "xilófono cromático" (con botes de cristal llenos de agua de distintos colores); "birra-xilófono" (con botellas de cerveza); "PVC-güiro"; "maracas refrescantes" (con latas de bebidas); palos de lluvia; "Pot-idiófono" en caballete (con macetas); "batidófono" (con botellas de plástico), almirez, panderos, claves y distintos tipos de baquetas y mazas. 

También se construyeron metalófonos
sonajeros de chapas; "perchanillas" (con anillas de latas de refrescos) y "maraclips"

Membranófonos:
"globongos"; "tamborilatas"y  membranófonos con globos: "garbanglobos" y "globopaellas"

Y hasta algún cordófono despistado:
un "salterio-chips"


Una vez conocidas las posibilidades de cada instrumento y, combinando los sonidos logrados a partir de sus creaciones con los producidos con el cuerpo (palmas, silbidos, golpes, zapateados) y por otros elementos (la reja de la ventana, la persiana, la explosión de un globo, etc) los alumnos crearon una composición en cuyo ostinato participaba toda la clase.

Y, el día de la actividad conjunta, montaron un taller de construcción de instrumentos musicales: enseñaron a los alumnos del Juan XXIII los distintos instrumentos que habían hecho, mostrando cómo se utilizan y los sonidos que se consigue con cada uno de ellos.

Después, entre todos construyeron más instrumentos musicales para completar la orquesta y, como broche de oro, todos juntos interpretaron la composición.


Y la jornada terminó con una pequeña sorpresa: una fiesta privada en el pub que hay enfrente del instituto donde pudimos recuperar fuerzas y darle al futbolín.


Creo que ha sido una  maravillosa actividad como colofón de un proyecto de convivencia tan interesante que nos ha permitido conocernos mejor.
Hemos conocido el CPEE Juan XXIII y ya sabemos algo más sobre este centro: cómo es, qué estudian sus alumnos, qué prácticas laborales hacen.
También hemos aprendido disciplinas y técnicas que desconocíamos, hemos trabajado de manera colaborativa y ¿por qué vamos a negarlo? nos hemos divertido.

La verdad es que tuvimos un despiste tremendo -comprensible, dada la habitual falta de tiempo de fin de curso, pero imperdonable- y no grabamos la actividad en vídeo. Así que, como consolación, subo este estupenda actuación de la Lakeridge High School's Company

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